Debe haber infinidad de posts con este tĂtulo, pero es asĂ: las malas decisiones hacen buenas historias. Como la vez que decidĂ ir a La Bandera a buscar a una caraja, pero Ă©se es otro cuento.
Este cuento se trata de cuando Malala y yo fuimos a buscar a Anna al aeropuerto.
Anna llegaba un martes, pero le dijimos a Paola que llegaba el miĂ©rcoles para llevársela de sorpresa. Hasta cambiamos el pasaje en phosothop y Anna nos lo mandĂł a todas como cosa de ella. Incluso tenĂamos un grupo de Whatsapp sin Paola por donde estábamos cuadrando todo que se llamaba La Conspiração.
El plan era el siguiente: buscar a Anna en el aeropuerto, a las 5:30am y llegar a casa de Paola a más tardar a las 7:00am, en donde Kibel (que se habĂa quedado a dormir la noche anterior) nos estarĂa esperando y bajarĂa a abrirnos la puerta diciĂ©ndole a Paola que se iba al trabajo. Evidentemente, nada saliĂł como lo planeamos.
Me quedĂ© a dormir en casa de Malala para ahorrar tiempo en la mañana. ĂŤbamos a bajar a las 4:50am porque el vuelo de Anna llegaba a las 5:30. Lavamos el carro de Anna en la noche, ahĂ mismo en el estacionamiento y nos fuimos y que a dormir, porque no logramos conciliar el sueño. Estuvimos hablando paja como hasta la 1:00am y habĂamos puesto (CADA UNA) el despertador a las cuatro.
AquĂ empieza la aventura. Sonaron los dos despertadores y LAS DOS los apagamos porque LAS DOS estábamos soñando que Anna ya estaba con nosotras en el apartamento. A eso de las cinco me despierto asĂ:
y procedo a despertar a Malala preguntándole que qué carajo pasó y diciéndole que ya eran las cinco de la mañana. Prendo la computadora a ver si por casualidades de la vida el vuelo de Anna iba retrasado. Cuando carga la página adivinen qué dice? LANDED. Gracias Murphy.
Nos ponemos un suĂ©ter y corremos al carro de Anna (Ăbamos a bajar en su carro porque el mĂo está medio chucuto y no querĂamos arriesgarnos). Por supuesto, estaba lloviendo. Gracias Murphy, parte 2.
Nos montamos, meto la llave: "TRRRRRRRRRR" ... "TRRRRRRRRRRRR". AsĂ sonaba la verga esa. No tenĂa baterĂa y mi carro estaba en mi casa. Gracias Murphy, parte 3. Eran las 5:15am y Malala llama a una lĂnea de taxis para irnos a mi casa a buscar mi carro:
- Buenos dĂas, señor! Una unidad desde case Malala para case Andrea.
- Marica, tĂş tienes efectivo? - En susurros.
Nos montamos, meto la llave: "TRRRRRRRRRR" ... "TRRRRRRRRRRRR". AsĂ sonaba la verga esa. No tenĂa baterĂa y mi carro estaba en mi casa. Gracias Murphy, parte 3. Eran las 5:15am y Malala llama a una lĂnea de taxis para irnos a mi casa a buscar mi carro:
- Buenos dĂas, señor! Una unidad desde case Malala para case Andrea.
- Marica, tĂş tienes efectivo? - En susurros.
- No, y tú? - También en susurros.
- Tampoco.
Malala tranca el telĂ©fono y me dice: "Igual no importaba porque no hay unidades disponibles". Gracias Murphy, parte 4. LlamĂ© a mi hermana para ver si ella tenĂa dinero y agarrábamos un taxi de la calle y le pagábamos cuando llegáramos; obviamente a esa hora de la mañana no me atendiĂł.
- Tampoco.
Malala tranca el telĂ©fono y me dice: "Igual no importaba porque no hay unidades disponibles". Gracias Murphy, parte 4. LlamĂ© a mi hermana para ver si ella tenĂa dinero y agarrábamos un taxi de la calle y le pagábamos cuando llegáramos; obviamente a esa hora de la mañana no me atendiĂł.
Decidimos salir a la calle a ver si pasaba un taxi y en lo que estábamos llegando a la puerta del edificio, un nĂşmero "desconocido" llama al celular de Malala. Ella lo ve con cara de espanto y me lo da: "Creo que es Anna D:". Resulta que era mi hermana preocupada, cuando le informĂ© de la situaciĂłn me dijo que no tenĂa efectivo y mi mamá tampoco. Le dije que irĂa a buscar el carro que por favor me bajara las llaves (para ahorrar tiempo). Mientras todo esto sucede, el Ăşnico taxi que podĂa pasar a esa hora por esa calle, pasĂł y se fue. Gracias Murphy, parte 5.
Paradas en la acera, a las 5:30am, bajo la lluvia esperando otro milagroso taxi, empezamos a considerar bajar a pie cuando un autobús escolar nos ve y se nos para al lado. Nosotras nos alejamos un poco como diciendo: "No, señor, wtf?". De hecho, creo que lo llegué a decir en voz alta.
El señor empieza a tocar corneta y nosotras nos alejamos un poco más para poder ver la calle por si pasaba otro taxi.
El señor empieza a tocar corneta y nosotras nos alejamos un poco más para poder ver la calle por si pasaba otro taxi.
Sale un niño en del edificio y se monta en el autobĂşs vacĂo. Miro a Malala buscando alguna señal de aprobaciĂłn y me acerco al autobĂşs:
- Señor, ¿hacia dĂłnde va usted?
- Señor, ¿hacia dĂłnde va usted?
- Bueno, yo busco a una niña en la urbanización que queda aquà a la derecha y luego las puedo dejar ahà donde se agarran las camioneticas para el metro.
- ¡Perfecto! ¡MUCHAS GRACIAS!
Y asĂ fue como a las 5:40am terminamos montadas en un autobĂşs escolar vacĂo a ver en dĂłnde caĂamos.
Cuando el señor cruza a la derecha, Malala recuerda que en ese pequeño centro comercial hay un cajero y cuando el autobĂşs avanzĂł unos metros más, habĂa una lĂnea de taxis demasiado fantasma. ¡Algo de buena suerte!
Cuando el señor cruza a la derecha, Malala recuerda que en ese pequeño centro comercial hay un cajero y cuando el autobĂşs avanzĂł unos metros más, habĂa una lĂnea de taxis demasiado fantasma. ¡Algo de buena suerte!
Nos bajamos, le dimos las gracias al señor y nos montamos en el taxi sin importar el costo de la carrera; no sin antes pararnos en el cajero a sacar plata con el clásico comentario del taxista: "bueno, pero moviéndola porque aquà los motorizados son candela". Me bajé y un perro callejero me persiguió ladrándome hasta el cajero y luego hasta el taxi. Gracias.
Por fin, montadas en el taxi y encaminadas... a buscar mi carro para empezar a bajar. Pero adivinen qué. COLA EN LA AUTOPISTA por dos accidentados. Gracias Murphy, parte 6.
Llegamos a mi casa, mi hermana estaba esperándome abajo con las llaves y emprendimos el viaje al aeropuerto. TenĂa que ir lento porque recuerden que estaba lloviendo pero al menos no habĂa nada de tráfico.
Llegamos al aeropuerto a las 6:40am con estos papeles:
Para nada porque no habĂa NADIE y TODO estaba cerrado. SĂłlo estaban unas doñas y Anna en el Ăşnico cafetĂn que estaba abierto. Abrazamos a Anna (que tenĂa la cara de preocupaciĂłn más grande del mundo) y le empezamos a contar todo lo que nos habĂa pasado hasta el momento (porque ustedes creen que aquĂ se acabĂł el cuento). Desayunamos, porque morĂamos de hambre y agarramos calle de regreso a eso de las 7:10.
A todas estas, estábamos hablando con Kibel por La Cosnpiração, y por la hora, no podĂa quedarse esperando más. AsĂ que nos tuvo que dejar las llaves del apartamento de Paola debajo de una piedra en el jardĂn del edificio. Ya verĂamos despuĂ©s cĂłmo entrábamos al edificio.
La cosa es que en el camino de subida, agarramos semerenda cola. Cola y cola y cola subiendo. AsĂ que me pareciĂł buena idea meterme por el cementerio para luego dar la vuelta y caer en la autopista más adelante. BuenĂsima decisiĂłn, cero cola. Hasta el segundo tĂşnel. Eran las 10:00am e Ăbamos a la altura de Los PrĂłceres; estábamos prácticamente estacionadas. Mientras tanto, ya Paola se habĂa despertado y nos estaba contando por el otro grupo de Whatsapp (El Cahdumen) que habĂa soñado que Anna llegaba ese dĂa y no al dĂa siguiente. A LA VERGA. DespuĂ©s empezamos a hacer planes de lo que Ăbamos a hacer para buscar a Anna al aeropuerto, dĂłnde Ăbamos a dormir, etc.; no sospechaba nada. Todas estaban en su peo. Yo estaba en el trabajo, Malala en su casa sin internet, Anna durmiendo y Kibel, bueno ella sĂ estaba en el trabajo.
Prendemos la radio para escuchar Traffic Center y dicen que evitemos la Valle-Coche porque hay una protesta de heladeros (?) en El Rosal. GRACIAS MURPHY, PARTE 7. Decido salirme en La Bandera. Cola. Caigo en Valle Abajo. Cola. Los Chaguaramos. Cola.
Pienso: "Nada, subo por Santa MĂłnica, bajo por Cumbres agarro autopista y LISTO".
Cuando vamos bajando por Los Campitos, cola por un accidente de cuatro carros que chocaron en fila. Me desvĂo hacia Prados del Este para agarrar autopista por ahĂ. La cola de la autopista LLEGABA HASTA AHĂŤ. Nos fuimos por la Trinidad para cruzar La Bonita, Los Samanes, Vizcaya y finalmente llegar a case Paola a las 12:00 del mediodĂa.
Para nuestra fortuna, el portón del edificio estaba dañado por la lluvia, y pudimos entrar y buscar la llave perfectamente. Todo lindo y bello. Cagamos a Paola dándole coñazos a la puerta antes de entrar. Y bueno, aquà les dejo parte del video:
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